lunes, 15 de agosto de 2016
Figura contradictoria
George W. Umphrey y Carlos
García-Prada, estudiosos de la obra de Palma, caracterizaron la contradictoria
figura del escritor con las siguientes palabras: “Ricardo Palma era un mestizo
representativo del siglo diecinueve, vale decir, un americano nuevo, inestable,
en vía de formación: un espíritu sin orientación clara, precisa, definida, que
se hallaba atraído por valores y realidades opuestas de fuerza para él
irresistible: un espíritu en busca de su propio equilibrio. Esto lo vemos en su
carácter, en su vida, en sus escritos. Quería una síntesis que no comprendía
bien, y que en él actuaba de continuo. Era americano y procedía del pueblo,
pero se doblegaba ante el prestigio de la aristocracia española, peninsular o
americana. Se intitulaba ‘liberal’ y hacía campañas anticlericales, pero
lisonjeaba a las clases conservadoras, y simpatizaba aún con los carlistas de
España; se condolía de los pobres y de los humildes, pero pelechaba con los
poderosos y se enorgullecía de los honores que le conferían a cambio de sus
zalemas literarias; amaba el orden, la limpieza y el primor, pero se ‘perecía’
por lo abigarrado y por lo sucio si le parecían pintorescos y divertidos;
cultivaba el idioma con esmeros de académico, pero lo ‘matizaba’ de
vulgarismos, si ello le daba sabor a sus travesuras y picardías”. (García-Prada., 1943)
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